Sea a nivel personal o social, cualquier momento difícil, peligroso o aún mortal un ser humano debe enfrentar, puede hacerlo de dos maneras: con una actitud positiva, evolucionado y entendiendo, o con una actitud negativa, desesperándose y quejándose por la mala suerte.
Todos acabamos de enfrentar una pandemia que ha llevado sufrimiento y muerte a millones en el planeta. Ahora que estamos ya casi fuera de ella, y el miedo a su influencia ha bajado, siempre para que te conozcas mejor y fortalezcas aún más, quisiera que te pudieras regalar un tiempo de reflexión para observarte y mirar dentro de tu mente y Ser para ver cómo enfrentaste esta pandemia.
¿La viviste con miedo o valentía? ¿La tomaste como un sufrimiento insoportable alimentado por tus miedos, o como una oportunidad única para expandir tu mente?
Porque tuviste más tiempo para ti, ¿Cómo aprovechaste ese tiempo de aislamiento y/o encierro?
¿Qué aprendiste de nuevo sobre ti mismo(a) que no esperabas aprender? ¿Tal vez paciencia, tolerancia, enojo, rabia, soledad? ¿Más cercanía o lejanía con tus seres amados?
En general, ¿Qué aprendiste de nuevo? ¿Qué nuevos hábitos desarrollaste? ¿Qué libros —y cuántos libros— leíste?
¿Cómo manejaste lo que no podías controlar y cómo actuaste en lo que sí podías?
¿Cómo controlaste y canalizaste tus emociones durante la cuarentena? ¿O tal vez sientes que tus emociones tomaron el control y te desequilibraste?
¿El compartir forzoso con otros te enseñó algo que no esperabas sobre ti y los demás? ¿Qué fue?
Tal vez debido a la situación de emergencia, la inestabilidad, el estrés y el miedo por la pandemia, ¿Alguien a quien admirabas, respetabas o amabas, te desilusionó amargamente? ¿Y alguien más, a quién no considerabas importante, te mostró valentía, amistad, soporte, honestidad o fortaleza?
Haciendo un balance, ¿perdiste o ganaste en las relaciones con los demás?
Debido a la pandemia, ¿Perdiste a alguien conocido o a alguien qué amabas? ¿Cómo enfrentaste esas muertes? ¿Te parecieron injustas, fatales, debidas al destino o un castigo de Dios? ¿Culpaste a Dios por ese sufrimiento?
¿Pensaste más en la muerte, tu muerte? ¿Tuviste más miedo por tu muerte o por la muerte de quién más amabas?
¿La pandemia te ha ayudado a cambiar tu actitud hacia la muerte —y te ha fortalecido— o te ha vuelto más miedoso y preocupado por todo?
¿Pudiste entender mejor cómo funciona tu mente? ¿Observarla, analizarla, estudiarla conocerla?
¿Cómo enfrentaste la lejanía física de los demás? ¿La falta de abrazos, el no poder encontrarte con tus amigos y familia? ¿O tal vez, tuviste que vivir lejos de tu pareja o familia? ¿Cómo te sentiste?
¿Cómo enfrentaste la soledad, sea física o mental? ¿La tomaste como una maravillosa oportunidad para crecer o como una maldición que solo te deprimió y volvió más débil?
Si crees en el Ser Supremo, ¿Cómo fortaleciste tus prácticas espirituales? ¿Aprovechaste para estar más con tu Creador? ¿Ese tiempo te acercó más a Él, fue lo mismo, o te alejó de Él?
Ahora que lograste superar ese período complejo, ¿Has entendido mejor que la vida es impermanente y qué la muerte puede llegar en cualquier momento? ¿Cómo vas a utilizar esa consciencia y despertar para tu presente y futuro?
1 Comment
Definitivamente fue un reseteo de mi vida, un reencuentro con Dios, fortalecer mis practicas espirituales y nuevos hábitos, ni yo me lo creo porque siempre me ví como muy dejada, pero ya no, es una lucha diaria pero la pandemia fue un gran inicio e impulso. Sin nada lo que pude empezar a hacer en la pandemia no hubiera podido hacer frente a los retos posteriores…
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